Ya estamos en este mes en el que todo vuelve a la normalidad, a nuestra rutina, a clases, trabajo, extraescolares y también llega el temido estrés. Nos quedamos sin tiempo para disfrutar , para relajarnos, todo son obligaciones después del verano.
A mi clínica psicológica, especializada en neurofeedback y biofeedback acuden muchos pacientes que buscan en este tratamiento una opción terapéutica duradera y sin efectos secundarios por ello considero importante dar unas nociones sobre que es el estrés agudo y crónico.
¿El estrés es algo malo?
El estrés no siempre es algo malo, de hecho es necesario en nuestras vidas. Nuestros antepasados cuando tenían un animal que los perseguía, no tenían más remedio que correr y para ello su cerebro mandaban a su corazón ir mas rápido, a sus pulmones a coger más aire. La sangre se tenía que ir a los músculos para que se pusieran en funcionamiento y muchos mas mecanismos , todos con la intención de salvarnos la vida.
El estrés en la actualidad
En la actualidad también nos podemos encontrar con situaciones de peligro o inesperadas. Cuando esto ocurre se pone en marcha un instinto de supervivencia. Este sería un tipo de estrés positivo. En nuestro cerebro se activa diferentes zonas primarias y de aquí la información recibida ira en dos sentidos.
La reacción de nuestro cuerpo es muy rápida y lo prepara para huir o atacar. Se activa una parte de nuestro sistema nervioso, el llamado sistema nervioso simpático. Teniendo como resultado que se libere adrenalina. Esto hará que se acelere el ritmo cardíaco y la respiración, se sube la tensión y el nivel de glucosa y el tono muscular . La sangre se dirige a los miembros y se la quita del nivel digestivo.
En nuestro cerebro hay una zona que es la llamada corteza prefrontal que también se activa con el objetivo de analizar la situación que se nos ha planteado con el objetivo de buscar soluciones.
El problema es cuando no hay un peligro real sino es la corteza prefrontal la que se imagina o cree que puede ocurrir. La información se transmite en este caso hacia las zonas primarias y nos pone en alerta de los peligros que pueden suceder. Nuestra corteza por ejemplo empieza a pensar que algo puede salir mal y esto viaja rápidamente a las zonas primarias, se activara la producción de cortisol y el sistema nervioso autónomo simpático. Como hemos visto vuelve a existir estrés, pero en este caso no es provocado por un hecho real sino por un pensamiento nuestro.
Si pensamos en algo peligroso, el estrés comienza y si se mantiene en el tiempo con pensamientos reiterados negativos podríamos sufrir de estrés crónico. Nuestro cuerpo sufre ya que se dará un exceso de sustancias químicas. Sufriremos taquicardia, nuestra respiración no sera eficiente y podremos tener mareos, estaremos irritables, insomnio , molestias de estomago, boca seca. Incluso nuestras defensas se disminuirán y el cortisol podrá dañar nuestras conexiones neuronales en algunas zonas y producir problemas de memoria y aprendizaje.
El cuerpo nos habla y si no le hacemos caso podemos llegar a sufrir ansiedad o depresión.
Deberíamos poder saber como gestionar este estrés que padecemos pero si no esto no ocurre, tenemos que acudir a tratamiento de psicología para no llegar a sufrir las consecuencias que a largo plazo podemos sufrir.
Un comentario
Interesante articulo para saber más sobre el estrés. Como bien dice Rosi, es normal sufrirlo en esta época del año cuando tenemos muchas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas. Gracias por ayudarnos a entender mejor las reacciones de nuestro cuerpo a las diferentes situaciones que nos encontramos en nuestro día a día.