Aprendiendo de grandes es el título de un podcast que estuve escuchando el otro día. Me pareció muy atractivo, aunque debo confesar que de poco me enteré. Se trata de un programa argentino donde entrevistan a personajes de relevancia. La charla fue muy amena pero sobre todo por el acento, ese deje tan agradable que tienen los argentinos, porque reconozco que perdí el hilo después de tantas perífrasis, metáforas y demás rodeos que usaron en la conversación.
En distintos momentos de nuestra historia han aparecido grandes personas que han venido a darnos verdaderos ejemplos de vida. Cada cual tendrá sus favoritos en función de sus creencias e ideologías. Desde filósofos clásicos, Jesucristo, Buda a premios Nobel. A mi personalmente me resuenan los grandes defensores de los aspectos éticos y morales de la humanidad. Francisco de Asís, en un alarde a la humildad entonaba “Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco”. Sí, léelo las veces que haga falta, que parece un error en la expresión pero más sentido le encontramos cuanto más lo interiorizamos. Definitivamente el precursor de la corriente que está tan de moda hoy en día: “El minimalismo”. Cuánta razón, en un mundo cada vez más materialista y consumista dónde nos olvidamos de que llega un momento en el que el miedo a perder nuestras pertenencias supera a la insatisfacción de no obtenerlas.
“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”, que sí, que podemos rajar, quejarnos de la ineficacia de nuestros gobernantes para solucionar los grandes conflictos en el mundo, ¿pero qué hago yo?, ¿Cuál es mi aporte?, mi granito de arena en mi ámbito personal. Esta frase nos la dejó una persona capaz de recuperar la hegemonía de la India ante la súper poderosa Gran Bretaña SIN VIOLENCIA, Mahatma Gandhi.
Muy bien, pero ahora bajemos a la tierra. No hace falta mirar tan alto. Estamos rodeados de Grandes. Grande para mi fue mi padre, que a pesar de haber nacido en 1929 era una una persona muy tolerante, sin prejuicios, que nunca entraba en conflictos y jamás la escuché criticar a nadie. Grande, la madre de una amiga íntima, que a pesar de llevar años sufriendo enfermedades de las puñeteras, no se queja!!! Su sonrisa está siempre presente, aunque la procesión va por dentro. Grande es para mí la persona que a pesar de los pesares está predispuesta siempre al buen humor y contagia su alegría y entusiasmo. Grande es quien está por encima de las rencillas, no se deja envenenar por el rencor, pues conoce el verdadero significado del amor y pacientemente todo lo perdona.
Nutrámonos de la sabiduría de la gente sencilla. Miremos al mundo desde la sencillez ya que, como dice el escritor A. Rovira: «la vanidad ciega y la humildad desvela».
Pues eso, observa con atención, pues estamos rodeados de GRANDES de los que tenemos mucho que aprender.
Deseo que tú también seas un GRANDE!
Feliz día!
Rosa Torrejón
Psicóloga